domingo, 17 de enero de 2010

Las bodas de cana...y la felicidad de Bernabé Tierno


En la eucaristía de hoy se ha leído el episodio de la boda de Cana de Galilea, donde Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fé de sus discípulos en Él. El parroco, tras la lectura, ha hecho una reflexión muy interesante, a mi juicio, a cerca de como cuando el pueblo de Israel- representado en los invitados a la boda- se quedó sin vino (sinónimo de fé y valores como la hermandad, la solidaridad y el amor al prójimo) al vaciarse las tinajas, es por la acción de Jesús que aparecen repletas del mejor vino. Jesús, de esta manera, trae de nuevo al pueblo de Israel fé y esperanza.

Parte de nuestro mundo hoy vive sin vino y, al margen de las creencias religiosas que podamos tener cada uno, creo necesario que nos contagiemos un poco, como seres humanos, de los valores antes mencionados, pero sobre todo de amor, de mucho amor.

Pero en la boda de Caná leemos algo más. Si en Caná se celebraba la unión de una mujer y un hombre por amor (vino), hoy nos hemos acostumbrado a "celebrar" todo lo contrario, las separaciones y los divorcios express (¿tinajas vacias?).

Como dice Ciriaco Benavente (Obispo de Albacete), "con el paso del tiempo, el amor y el gozo, como el vino de Caná, pueden ir agotándose. Todo sentimiento humano, per ser humano, tiende al agotamiento. Las nuevas generaciones identifican amor y sentimiento, pero el amor es mucho más que sentimiento. "La rutina -decía Shakespeare- es el monstruo que reduce a polvo todos nuestros sentimientos". Cuando esto acontece, los esposos ya no tienen nada que ofrecerse ni a sí mismos ni a los hijos, si no es la frialdad recíproca y la amargura de la desilusión. El hogar, al que habían venido para calentarse, se va apagando y, unos y otros, tienen que ir a buscar otro fuego, fuera de la casa, para calentar el corazón con un poco de afecto..." ¿Por qué no evitar que el afecto, cariño, amor, comprensión, respeto, ilusión y esperanza del hogar se apague? ¿Porqué no evitar que las tinajas se vacien? ¿Como puede alguien hablar de amor si no ha llegado al final y ha superado las pruebas que a la vida en matrimonio pone la vida? Reflexionemos.


Escucho en una entrevista que hacen a Bernabé Tierno que para él la felicidad consiste en "aquellos momentos gozosos, cuantos más mejor, que gratifican al ser humano, a cada cual según es ese ser humano, porque cada ser humano tiene su felicidad, y que tiene que ver, sobre todo, con como esa persona interpreta la vida, como lee los acontecimientos". Y a continuación menciona lo que decía Epiteto: "no son las cosas en sí las que nos afectan sino la manera en como nosotros interpretamos los acontecimientos".


¿Somos felices? Les invito a que contestemos a esa pregunta.


Felíz Domingo

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