miércoles, 31 de marzo de 2010

Miercoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo Santo...

Dios mediante, estaré pasando la Semana Santa en el pueblo de Dulcinea, El Toboso. A donde voy no tengo acceso a internet por lo que, sintiéndolo mucho, no podré colgar nuevos post hasta el lunes. Eso no quiere decir que no siga escribiendo.

Les deseo una feliz Semana Santa, en compañía de vuestros familiares y en compañía de Jesús, el Cristo. Y a los que no tengan la fé de nuestros mayores, les deseo igualmente un feliz descanso.

Nos vemos a la vuelta...

martes, 30 de marzo de 2010

Mi chache

Suspiros se oyen,
en la silenciosa noche,
sangre de mi sangre,
niño y arte.

Tus grandes ojos, redondos,
fieles espejos del mundo,
tú que desbordas ternura,
mi vida haces más grande.

Amor por ti es lo que siento,
padrino tuyo,¡ me ofrezco!,
tus besos me hacen feliz,
tus sueños reir.

Esa inocencia que reflejas,
fruto de tu niñez,
inocencia que añora este mundo,
tan lleno de sangre y cruel.

Hubiera querido para ti,
colibrí de mis balcones,
una sociedad más alegre,
algo mejor de enseñanza.

Cuando duermes,
el silencio rompes,
tus profundos respiros,
enternecen mis oidos.,

Estos versos escribo,
a mi hermano Juliancete,
que hace cuatro años logró,
hacer nuestras vidas más alegres.

20-01-1998

lunes, 29 de marzo de 2010

La mujer adúltera


Pues efectivamente, hoy es lunes Santo. Ha comenzado ya, en el día de ayer, la Semana Santa del año 2010. Mucho me temo –y me alegro- que, y más aún si el tiempo acompaña, vamos a ser testigos de unos días mágicos donde el pueblo español se va a volcar con sus pasos y pasiones, con el silencio y con la muerte, con la alegría y la resurrección, con el reencuentro y con la vida. Un año más veremos al pueblo español en la calle, acompañando a la Virgen en el duelo que fue y guardando silencio, como pecadores que somos, ante la entrega de Jesucristo en la Cruz.

En el día de la penitencia me ha dado por leer la Pasión del Evangelio según San Juan. Sin duda emocionante. Para ser cristiano hay que partir de la idea de que Jesús es Amor y que, como tal, murió en la Cruz por nosotros, por amarnos y para que nos amemos los unos a los otros. Seguimos sin hacer caso.

Como ejemplo de ese Amor y de esa capacidad de Perdón es muy interesante el pasaje de la mujer adúltera. Estaba Jesús enseñando a la gente cuando llegaron los maestros de la ley y los fariseos con una mujer que había sido sorprendida en adulterio. La pusieron delante de Jesús y le preguntaron:
“- Maestro, esta mujer ha sido sorprendida cometiendo adulterio. En la ley de Moisés se manda que tales mujeres deben morir apedreadas. ¿Tú que dices?
La pregunta iba con mala intención, pues querían encontrar un motivo para acusarlo. Jesús se inclinó y se puso a escribir con el dedo en el suelo. Como ellos seguían presionándolo con aquella cuestión, Jesús se incorporó y les dijo:
- Aquél de vosotros que no tenga pecado, puede tirarle la primera piedra.
Después se inclinó de nuevo y siguió escribiendo en la tierra.
Al oír esto se marcharon uno tras otro, comenzando por los más viejos y dejaron solo a Jesús con la mujer que continuaba allí delante de él. Jesús se incorporó y le preguntó:
- ¿Dónde están? ¿Ninguno de ellos se ha atrevido a condenarte?
Ella le contestó:
- Ninguno Señor.
Entonces Jesús añadió:
- Tampoco yo te condeno. Puedes irte y no vuelvas a pecar.”


Disculpadme, pero hoy en día me atrevo a decir que, muy probablemente, esa misma mujer hubiera sido apedreada. Tenemos, por tanto, mucho trabajo que hacer.

domingo, 28 de marzo de 2010

Camino de la Cruz

Quizás fue un sueño.
Quizás fue locura.
Quizás fue necesidad.
Quizás lo escrito en las escrituras.
Quizás si no le hubieran negado.
Quizás si hubieran confiado.
Quizás si no fuera tan grande.
Quizás si no fuera Hijo del Padre.
Quizás se hubiera salvado.

Caminó hacia la Cruz,
digno y valiente camina,
Jesús el Nazareno,
en el madero colgarían.

Perdón pidió para nosotros,
por no saber lo que se hacía,
y ahora alguno pretende
dejarnos sin su sabiduría.

Camino de la Cruz,
Jesucristo caminó,
vejado y maltratado,
por nosotros murió
crucificado.

jueves, 25 de marzo de 2010

Frente al pantano

No es normal que suene el teléfono móvil a las once y media de la noche. Asustado me he levantado del escritorio, he ido al salón y he cogido la llamada. Al otro lado la voz de un amigo, le acompañaba aquél con quién tantos momentos había compartido, hacía años que no hablaba con él. Emocionado me he quedado.

Nos pasamos la vida preocupados por cosas que no tienen la más mínima importancia. Descuidamos la amistad y en el futuro vemos que el pasado llega al presente como si el tiempo no hubiera transcurrido. Cuantas cervezas, cuantas discusiones de política, cuantas confidencias, cuantos secretos compartidos, cuantos abrazos, cuantos momentos plenamente vividos. Traer al presente el futuro soñado en el pasado ha estado bien. Ahora la vida sigue y, en cambio, sé que esa voz no ha sido un sueño.

¿Qué ha pasado? No lo sé, quizás la condición del ser humano haya hecho que olvidemos que un día, tú y yo, sentados frente al pantano, nos prometiésemos amistad eterna.

miércoles, 24 de marzo de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

Danzas españolas


Fuerza andaluza
en las notas del violín
la magia cubre
el bello jardín.
Enrique Granados y olé
con esta divina composición
la Alhambra baila
a sus pies.
Danza andaluza,
grande,
grande de España,
que a la Mezquita de Córdoba,
que a la Giralda de Sevilla,
pronto tienes de rodillas,
con tus puntos y corchetes
con tu arte
y tu elegancia
con tu esfuerzo
y tú trabajo
con todo tu sentimiento
y tu mirada.
Tú que llevas por apellido
a la Granada mozárabe,
a la Granada mora,
a la hermosa Granada cristiana.
No rompas las cuerdas
deja que baile,
a la luz de la luna
que nadie me robe,
por Dios, nadie,
este hermoso instante,
de un rojizo amanecer
sobre el verdor de sus estanques
oxigenado por sus aromas
a jazmín y a rosales,
no pares, no pares,
que al alba de nuevo
todo nace.
Que la guitarra te acompañe,
el oboe, la flauta,
la dama delicada,
el violín,
todos suenan a la vez,
Enrique, el grande,
enamorados todos quedamos
de tus danzas españolas
que desde oriente
a Portugal, engalanan
los patios moros, mozárabes,
las hermosas parroquias
y las blancas fachadas
llenas de arte.

Danzas españolas suenan
de la mano de Enrique, Granados,
una proviene del lejano oriente
y en Andalucía otra encontró la muerte.

lunes, 22 de marzo de 2010

Viceversa


Lo que tiene esto del día del padre es que no solo te juntas en familia con tu padre y tu gran padre materno, el paterno ya no está –desgraciadamente- entre nosotros, sino que a parte de tener un detalle con tu padre, es él el que lo tiene contigo. Y así fue como mi querido padre, Julián, en la agradable sobremesa de después de comer, mientras el coñac daba el justo y castizo toque al café, me dijo un “toma, lee”:

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
O sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


(Viceversa, de Mario Benedetti)

Donde la maestría del maestro se confunde con la belleza del lenguaje…(N.d.A.)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Posible diálogo...homenaje

- Usted no puede estar aquí, no está autorizada –señaló el guarda a la mujer de blanco pelo que se adentraba con intención de coger asiento.

- Mi hijo está ahí dentro y quiero ver al doctor Oswaldo, que me explique.

- Señora, aquí no se puede quedar, si quiere me deja su dirección que nos pondremos en contacto con usted -en caso de que así lo estime oportuno el doctor.

- Que estime ni que no estime mi niño, ¿usted tiene hijos? –Negó con la cabeza el guardia-. Sí los tuviera quizás entendería mi situación con mayor voluntad. Mi hijo esta ahí dentro y llevaba en huelga de hambre desde el 2 de diciembre. Soy su madre y necesito saber de qué ha muerto.

- Señora, si yo me pongo en su lugar puedo llegar a entenderla, pero usted también ha de entender que trabajo para el gobierno, tengo una serie de obligaciones.

martes, 16 de marzo de 2010

Caminar a tu lado

Y déjame que te escriba una cosa,
que la paloma vuela sin permiso,
bajo tu manto bebí del hechizo y,
hechizado y feliz me encuentro ahora.

¿Hay algo más sabroso que tu boca?
Puede que abrazarte en el cobertizo,
o sentir tus manos como cobijo
¿Hay algo más sabroso que tu boca?

Y deja que te susurre al oído,
que eres la flor más hermosa del campo,
cuanta felicidad por lo vivido.

Lo más precioso de todo el camino,
es amarte y caminar a tu lado,
y recordar los momento vividos.

Laura

viernes, 12 de marzo de 2010

Miguel Delibes, descanse en paz.


Hace unos días, no sabría muy bien decir porqué, me empapé de lo que es la Biografía de D. Miguel Delibes. Anduve indagando por la red de redes, entre mis libros, entre mis recortes de prensa, y concluí la pequeña “investigación” con un “sería un placer tomar un café con D. Miguel y charlar durante toda una tarde”. Ya no va a poder ser.

Esta noche ha fallecido en su Valladolid D. Miguel Delibes, catedrático de Derecho Mercantil, periodista de toda la vida y gran escritor, tanto por lo cualitativo como por lo cuantitativo de su obra. Un Hombre con mayúsculas, que se ha hecho así mismo, con trabajo, mucho trabajo. Un hombre que escribía por placer, con el mismo placer con el que leía. Un hombre que escribía mucho y bién, aún sin necesitar de la literatura para vivir. Un hombre comprometido con su ciudad, a la que fue fiel, con su entorno, con su país, sus costumbres, con su independencia y con su libertad. Don Miguel nunca se “casó” con nadie más que con su mujer.

Se fue D. Camilo, se fue D. Gonzalo, se fueron muchos, y ahora se ha ido D. Miguel. Mi más sincero pésame para su familia, mi más sincera pena como lector y escritor. Descanse en Paz.

jueves, 11 de marzo de 2010

Siempre seréis recordados


Siempre seréis recordados. Hoy es once de marzo y hace seis años se vivió en Madrid, en España, uno de los peores episodios de nuestra historia reciente. Ciento noventa y dos personas murieron y miles de vidas más quedaron marcadas para siempre. Aquél día lo recuerdo perfectamente, el silencio sepulcral en tren y metro los días de después, también. Normalmente pasaba por Atocha con destino a mi trabajo a eso de las ocho y diez, o así, de la mañana. Ese día quería llegar antes al trabajo debido al volumen de faena, pero me dormí, y eso hizo que llegara a la estación de tren de Móstoles a eso de las ocho menos diez, menos cinco. Los trenes ya no pasaban y el andén se empezaba a llenar de gente; se colapsó, y a eso de las ocho, por megafonía, RENFE nos recomendó que utilizáramos un medio alternativo, nada más. Yo trabajaba a escasos metros de la Plaza Conde de Casal, a dos paradas de tren de Atocha (línea C-5), y al escuchar el mensaje por megafonía decidí coger el metro hasta Puerta del Sur y llegar en metro a mi lugar de trabajo. No sabía nadie nada, reitero. Recuerdo que llevaba un teléfono móvil pero que en las profundidades se quedaba sin cobertura por lo que, la hora que duró el trayecto, permanecí incomunicado. Un sinfín de mensajes en el teléfono móvil empezaron a saltar a medida que iba subiendo las escaleras de la estación de metro de Conde de Casal para salir a la calle. Yo veía la luz mientras, en medio de un sinfín de sirenas de ambulancias y coches de la policía y la guardia civil, ciento noventa y dos personas la perdían. Los mensajes del teléfono eran todos de “llamadas perdidas” de familiares y amigos que sabían que pasaba por Atocha cada mañana. Nada más llegar al trabajo me enteré de lo ocurrido y comencé inmediatamente a llamar a familia y amigos para tranquilizarles. Nadie trabajó ese día, en la oficina no nos despegamos del televisor del Departamento de Publicidad, ni de la radio, salvo cuando varios compañeros y yo nos acercamos a la Plaza de Conde de Casal a donar sangre, lo que fue imposible debido a la cantidad de gente que se nos había adelantado – ¡que ejemplo de civismo, de humanismo!-.

Hoy me he levantado triste. A las ocho y media de la mañana escuchaba por la radio la entrevista a una de las personas que iba en esos vagones de tren explotados y, la verdad, me he emocionado. Sigo con vida porque Dios lo ha querido así, porque me dormí aquél día, o por yo que sé que circunstancias, pero lo que también tengo claro es que una parte de mí murió con mis conciudadanos aquél fatídico y horroroso once de marzo de dos mil cuatro. Por eso siempre seréis recordados.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Abro los ojos


Cierro los ojos en la noche oscura,
la luz de tu sonrisa, los blancos tirantes
bajo el Bombin, permanecen acariciando,
la superficie tersa de tu pecho helado.

Cierro los ojos, y las yemas de tus dedos
andan surcando mi caliente pecho,
no digo nada, dilo tú todo,
susurra aunque sea con tu voz mi oído.

Cierro los ojos y tu piel blanquecina,
alumbra la oscuridad,
alumbra el rincón más tibio por mí habitado,
y me saca a la alegría de un nuevo día.

Abro los ojos,
y un corazón ardiente,
en tu pecho siento.

martes, 9 de marzo de 2010

Laguardia

El verdor de su tierra
engancha, el cuidado paciente
de la tierra provoca que
al otoño la uva sea el referente.

Caldos riojanos inundan
las apacibles calles de sus pueblos,
tabernas con tapas agradan
al estómago paciente.

Verde, gris y marrón,
los colores que pueblan el horizonte,
cuando alzas la vista y
contemplas el bello valle.

Calles estrechas acompañan
los caminares desnudos de gente,
y es cuando el atardecer llega
que los aldeanos salen a verte.

Un tocayo en Galicia tiene
este noble pueblo de amable
gente, que sin quererlo
los turistas aumentan, crecen.

De Laguardia hablo,
en estos versos alegres,
pues con más de tres
chatos de vino, me pongo
a escribirte.


Laguardia 30.07.2009

lunes, 8 de marzo de 2010

Medio lleno, medio vacío


Podría hacer un comentario sobre la política o la economía de nuestro país, o sobre la interesante conferencia a la que he asistido esta tarde titulada "La bolsa en tiempos de crisis", pronunciada por D. Francisco Álvarez Molina, pero no, cuando me he puesto a escribir se ha impuesto la ficción y esto es lo que ha salido:

Quizás debí abandonar la idea de ir a comprar aquella tarde y me debería haber quedado en casa leyendo, escribiendo o escuchando música. Pero el caso es que cometí el error de abrir la puerta de la nevera, el encontrarme con el vacío al otro lado fue lo que me impulsó a visitar el supermercado.

La lista de la compra se quedó en casa, olvidada, y la solución a la ausencia fue recorrer con el carro cada pasillo del súper. La imagen visual de los productos iría refrescando la memoria, pensé, y el carricoche dejaría poco a poco de estar medio vacío para pasar a estar casi lleno.

Llegó el turno de la pescadería y entonces me fije en la ristra de peces que a escasos centímetros de mí yacían mitad vivos, mitad muertos, me miraban. Grandes ojos cristalinos de quienes moran en las profundidades del mar, atrapados por grandes redes de aquellos que trabajan en la mar. Junto a ellos aguardaba a que llegara mi turno cuando por un momento pude contemplar como las branquias de varios de los peces empezaban a bailar. O no. Y en eso llego mi pregunta a cerca de la realidad de las cosas. Conectando con esa obra de teatro, llamada Realidad, en la que cada escena te invita a jugar a elegir entre lo que es o no es real, lo que es o no es teatro. Pues bien, viendo las branquias respirar por un momento pensé que era cierto lo que mis ojos veían y que el conjunto de seres marítimos de repente se pondrían a saltar en señal de protesta por la captura repentina de sus vidas. Lo cierto, sin embargo, es que yacen muertos sobre, entre, un puñado de hielo, esperando a que alguna criatura humana se decida a cocinarlas.

Y en esas estoy, intentando salir de la duda de si los peces se encontraban medio vivos o medio muertos.

jueves, 4 de marzo de 2010

Desnudos los árboles quedaron

Esta mañana la presión del esfinter era tan grande que me he despertado antes de que sonara el despertador. He mirado el reloj y he decidido levantarme y preparar con algo más de tranquilidad el zumo de naranja. Un zumo de naranja al día y, sin cometer excesos, adiós a los resfriados, costipados y catarros. Palabra.

Al salir del portal de mi vecindario un ruido estremecedor ha sonado. Unos señores se elevaban sobre largas escaleras, más allá de la altura del primer piso, y con esas sierras de gasóil las ramas de los árboles cortaban. Hace nada nos juntábamos para cantar villancicos en Noche Buena y hoy, si nos descuidamos, entramos en la Primavera.

Estudio y lectura dieron paso a la noche. Sonó el teléfono a eso de las once -¿quién será a estas horas?, -dijo-, y una voz llorosa escuché al otro lado: "ha muerto".

miércoles, 3 de marzo de 2010

En el gris atardecer

Rompe el sol con su fuerza rompe,
tras días de lluvia y raíces muertas,
abre el paso a la luz de la vida,
manda a las tinieblas la oscuridad del día.

Rayos de vida iluminan,
el horizonte de La Mancha parda,
caminos infinitos se adelantan,
a la aventura de Don Quijote y Sancho Panza.

Rompe el astro milenario,
con su enérgica fuerza, tan infinita,
como infinita es la sabia que alimenta,
sin darse cuenta, noche y día.

Llamó a la puerta de la esperanza,
según los Mayas el mundo se acaba,
rompe el sol con su fuerza luminosa,
destructora de creencias obsoletas.

Duró poco la alegría,
el sol titubea y de nuevo se esconde.

Merece la pena...

... estoy seguro de ello, como la pena merecio el triunfo de la humanidad sobre la esclavitud, ¿o es que ya nos hemos olvidado?

martes, 2 de marzo de 2010

Eres tu la proeza


El sol sale con fuerza
y con fuerza cae
apagando el día.

Junto a la viña, la alegría
del jornalero y su fe,
anuda el pañuelo en su cabeza.

Ya no hay mulas, no hay proeza,
en lugar de café, llegó el té,
sigue sin tocar la lotería.

Gotas de sudor escoltan su sonrisa,
a lo lejos a sus hijas ve,
y sigue labrando, no hay pereza.

Con humildad y entereza,
el abuelo llegó a la vejez,
regalando nos sabiduría.

Te recuerdo con alegría,
deseando volverte a ver,
eres tú, abuelo, la proeza
y yo siempre lo agradeceré.

2-2-2010