lunes, 20 de mayo de 2013

Exámenes

Apagado o fuera de cobertura hasta el próximo 5 de junio, fin de exámenes y obligaciones académicas. Se recuperará el tiempo "perdido". Disculpen las molestias.

jueves, 16 de mayo de 2013

Madre de mi Madre: ¡felicidades!

La vida me ha regalado el gozo de poder disfrutar de todos mis abuelos, es por ello que me siento enormemente afortunado, agradecido, en deuda con Él. 

Mis abuelos paternos, Venancia y Salvador, me acompañan espiritualmente en cada uno de mis días; el recuerdo de los momentos junto a ellos compartidos es tan fresco y vivo que a veces me da la sensación de que no ha pasado el tiempo; cada uno a su manera –cada ser es único e irrepetible-, siempre me mostraron un profundo amor y cariño, fueron para mí un ejemplo a seguir en multitud de las facetas que caracterizan la vida de un hombre y siempre les estaré enormemente agradecido. 


Hoy es un día más grande y hermoso todavía que el resto, pues mi Abuela materna, Dolores, la Lola de El Toboso, cumple nada más y nada menos que 88 primaveras, ¡ahí es ná! La acabo de felicitar por teléfono y me he permitido el lujo de hacer un alto en la faena para escribir estas líneas. Lola también es para mí ejemplo en muchas cosas, pues como Esposa, Madre, Abuela, Cristiana y Vecina siempre ha estado a la altura de las circunstancias, con sencillez y humildad, pero también con mucha entrega, sacrificio y esfuerzo. Ahora, a Dios gracias, disfruta de una vejez en paz y armonía junto a su esposo, Pedro, al que permanece fiel y leal desde hace más de 65 años (tomemos nota, si nos atrevemos, claro). 


Recuerdo con mucho cariño la entrevista que la hice hace unos pocos años. Estuvimos hablando de lo humano y de lo divino durante varias horas, siempre con su vida y obra como centro de la conversación, hasta que me dijo “estoy un poco cansada”, y entonces descansamos. Hacer un recorrido por su vida es, en buena manera, hacerlo por la más reciente historia de España. Lejos quedan ahora los tiempos de su primera infancia y juventud, ¡y han cambiado tanto las cosas! 

Son tantos los momentos entrañables que he vivido a su vera, y que espero seguir viviendo, Dm., que podría escribir perfectamente varias novelas. 

Recuerdo aquella tarde en la que dormía la siesta tumbada en el sofá. La arropé con su manta y comenzaron los suspiros. Me pareció tan bello y tierno el momento que fruto del mismo escribí una colaboración que se publicó en el dominical de ABC. Lola dormía, y yo contemplaba sus hermosos dedos deformados por la artrosis y tantos lavados a mano, y su piel bellamente arrugada por el paso del tiempo, naturalmente, y pensaba. 

De los recuerdos recientes, los vividos el 17 de febrero de este año. Ese día recibió el Sacramento de la Confirmación quien esto escribe. Fue un día muy especial para mí y, como no, Lola no quiso perdérselo. Ella, que no ha faltado a la oración ni un solo día, que tanto ha rezado por cada uno de nosotros, que tan devota es de la Virgen María, quiso poner con su presencia el broche de oro a aquél día. Gracias siempre, Abuela. 

Pero es que Lola es Madre de mi Madre, my grandmother, y por eso estoy yo aquí, vivito y coleando. Y por eso siempre tendré para las dos una infinita gratitud, bueno, para las tres. El día de la Madre, que para mí lo son todos, siempre he felicitado a tres Mujeres, con mayúscula, mis dos Abuelas y mi Madre. Mi abuela Lola tuvo muchos hijos, sobrevivieron cuatro, y llegaron a este mundo sin que las estrecheces y penurias típicas del momento supusieran un impedimento para esa maravilla que es dar Vida. Venían al mundo, sin más, y yo estoy aquí dándole a la tecla. Ya ven, pasado, presente y futuro. 

Querida Abuela, gracias infinitas, gracias por estar siempre ahí, pendiente de mí, de mi trabajo y estudios, gracias por tus rezos, oraciones, consuelo y consejos, son tantas las gracias… y como ya te he dicho por teléfono, muchísimas felicidades en el día de tu 88 Cumpleaños, con mayúscula, que cumplas muchos más y yo te felicite. Sí Abuela, sí, si Dios quiere. Conforme.


Lola y Pedro en el bautizo de su cuarto bisnieto,
mi sobrino David (24.11.2012).

martes, 14 de mayo de 2013

La dictadura del teléfono

Una de las obras literarias más celebradas del mundo, El Quijote, tiene un párrafo maravilloso en el que nuestro hidalgo caballero dice a su escudero: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos…” 

Por la libertad se han librado muchas batallas. En su nombre se han orquestado un sinfín de revoluciones y conflictos que han propiciado el derramamiento de mucha sangre. En occidente nos vanagloriamos de haber alcanzado, con nuestras llamadas democracias, unas cotas de libertad nunca vividas hasta ahora, supuestamente. 

Javier Marías continúa escribiendo en su máquina de escribir Olivetti, de la que han salido magníficas novelas. Confiesa no tener teléfono portátil, con un matiz. Cuando su padre enfermó gravemente, ya en los últimos años de su vida, sus hermanos le obligaron a comprarse un teléfono portátil para estar localizado en caso de alguna urgencia. Fallecido don Julián camina por el mundo sin portar su teléfono, “tan solo cuando salgo de viaje lo llevo, y mi número solo lo tienen mis hermanos y dos o tres personas más –confiesa-, no hay nada más esclavo que estar permanentemente localizado”. 

Coincido al cien por cien con don Javier. Nos hemos convertido en personas ultra dependientes de un aparato con el que hablamos a todas horas, jugamos, vemos vídeos, escuchamos música, leemos la prensa e incluso novelas. 

Caminas por la calle y la gente va cabizbaja, con la mirada fija en el teléfono, manipulándolo, esquivando a duras penas las farolas. 

Paseas por el parque y ves a los niños jugando solos mientras sus madres, sentadas en el banco, permanecen sucumbidas a su teléfono portátil. 

Quedas a comer con unos amigos y ya no hay conversación, y menos aún interesante, pues es sustituida por las prestaciones del teléfono, que si te enseño las fotos, que si contesto el WatsApp, que si mira lo que he colgado en Facebook, que si me llaman, luego el mensaje y, en fin, que llega la hora del café y a penas los comensales se han mirado a la cara. 

En los centros de educación ya no digamos, ahora lo importante no es la explicación del profesor, sino lo que nos cuenta el teléfono, que para eso posa sobre la mesa, con el beneplácito del profesor –ay del que se atreva a quitarle al alumno el aparatito-, para ser rápidamente atendido. Cuando no es el propio docente el que se excusa para contestar el suyo. 

Los siquiatras empiezan a denunciar los trastornos que ocasiona la dependencia generada por el uso del teléfono portátil y sus aplicaciones. Ya se que tiene muchas ventajas, y que el uso moderado del mismo depende de uno, pero en lo que a moderación se refiere ya saben, Spain is diferent. 

Y les dejo, que ha sonado mi “móvil”…

¿Relacionándose? A que les suena.

sábado, 11 de mayo de 2013

El armador aquél de casas rústicas

Escuchaba el otro día a Andrés Trapiello decir en una conferencia que “no me gustan los libros”. El título de la ponencia era “Los libros buenos, bonitos y baratos” y, lógicamente, versaba sobre libros, más concretamente sobre los que forman su biblioteca.Andrés Trapiello, que como todo el mundo sabe es un prolífico escritor, tipógrafo y “pequeño” editor, lógicamente es un enamorado de los libros. Su afirmación se refiere a que no le gusta que la palabra muera una vez plasmada en el libro. Considera Trapiello que la palabra ha de volar, ser libre, tener vida propia. Para aclarar lo que quería decir utilizó un poema de don Miguel. No conocía la existencia de dicho poema por lo que, admirador como soy de la vida y obra del insigne Rector, expreso desde aquí mi gratitud a don Andrés. Reza el poema:

El armador aquel de casas rústicas
habló desde la barca:
ellos, sobre la grava de la orilla,
y él flotando en las aguas.

Y la brisa del lago recogía
de su boca parábolas,
ojos que ven, oídos que oyen gozan
de bienaventuranza.

Recién nacían por el aire claro
las semillas aladas,
el Sol las revestía con sus rayos,
la brisa las cunaba.

Hasta que al fin cayeron en un libro,
¡ay tragedia del alma!:
ellos tumbados en la grava seca,
y él flotando en las aguas.

(Miguel de Unamuno)


Como podrán advertir, se refiere el poema a esa escena del Nuevo Testamento (Enseñanza en parábolas) en la que “Jesús se puso a enseñar otra vez junto al mar. Acudió un gentío tan enorme, que tuvo que subirse a una barca y, ya en el mar, se sentó; y el gentío se quedó en tierra junto al mar” (Marcos 4, 1). A continuación las Sagradas Escrituras nos relatan la hermosa Parábola del sembrador.

Volvamos ahora al poema y entenderemos lo que don Andrés Trapiello comparte también con el insigne don Miguel: “Y la brisa del lago recogía de su boca parábolas… Hasta que al fin cayeron en un libro, ¡ay tragedia del alma!”

¡Qué bonito, no!


Me encanta esta foto pausada, reflexiva, en quietud, de don Miguel.

¿Tampoco habrían de gustarle los libros?

jueves, 9 de mayo de 2013

Una naranja y cinco euros


Eran las tres treinta de la tarde y volvía del trabajo en dirección a mi casa. Ahora la escena. Caminaba por la acera de la izquierda, al abrigo de la sombra. A lo lejos, y por lejos entendamos unos cincuenta metros, un cartón sobre el suelo anunciaba que el señor que estaba sentado detrás también pasaba hambre. En sentido contrario, pero en la misma acera, se aproximaba una niña. No tendría más de doce o trece años. Nos cruzamos justo a la altura donde el cartón y el hambriento yacían en el sueño. Yo continué caminando y a los pocos segundos de cruzarnos escuché: “¿quiere unas naranjas?”. Me dí la vuelta y vi a la muchacha ofreciendo unas naranjas a aquel hombre. “Gracias, no rechazo nada”, respondió una voz tímida, quebradiza, como sin fuerzas. “No hay de qué, le daría un poco de dinero pero no me ha sobrado nada”, apostilló la joven. “No se preocupe, con las naranjas engañaré al estómago por un tiempo, gracias de veras”, concluyó aquel hombre. La muchacha continúo su camino mientras el afortunado pelaba con sus manos la primera de las naranjas. Se había dirigido a la joven hablando "de usted". Yo emprendí de nuevo la marcha. Al llegar a casa saqué del pantalón los cinco euros que llevaba en el bolsillo.


martes, 7 de mayo de 2013

Willy Toledo, un "técnico" en Cuba*


Willy Toledo se nos va a Cuba, drama nacional. Está asqueado de vivir bajo el imperio neoliberal de esta Europa mercantilista. Le repugna vivir en una "España llena de políticos, periodistas, columnistas, creadores de opinión, etc. que se permiten el lujo y la desfachatez de exigir derechos humanos en Latinoamérica", dice. Por eso se va a Cuba, que como todos ustedes saben, bajo el imperio de los Castro se ha convertido en una preciada democracia, respetuosa de valores humanos, donde no hay disidentes porque no hay perseguidores, y donde no hay exiliados porque a parte de Ron, en Cuba también uno se puede emborrachar de libertad.

Willy Toledo, a contracorriente.

El genial escritor Guillermo Cabrera Infante, que en paz descanse, no tardó mucho en desengañarse con la revolución, y se vino a la vieja Europa, estableciendo su domicilio en Londres. Salió de la isla para no volver pero continuó fumando puros habanos, comprados en la City, eso sí. No intentes adquirir alguna de sus novelas en Cuba, salvo de contrabando, claro.

Wendy Guerra es una escritora cubana de 38 años con, al menos que yo sepa, tres novelas publicadas, cuatro libros de poemas y también ha hecho alguna incursión en el mundo cinematográfico. Su futuro artístico se me antoja prometedor. En su obra se describen las duras realidades cubanas. También están prohibidos en la muy democrática y respetuosa con los derechos humanos isla cubana.

Qué decir de nuestro Raúl Rivero Castañeda, poeta y periodista cubano, felizmente afincado en España desde el 2004 (a veces la presión internacional funciona). En  2003, durante la conocida como Primavera Negra, fue condenado a 20 de años de prisión por, ¿adivinan?, ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión. Vamos, como periodista que es, vaya. Miren que joya judicial:

“juntos (Ricardo Severino González Alfonso y Raúl Ramón Rivero Castañeda) crearon la Cuba Press la cual agrupaba a varios de estos elementos contrarrevolucionarios y cuyo director es el acusado Rivero Castañeda y por medio de la cual se difundían falsas noticias sobre la situación actual en nuestro gobierno, en cumplimiento con las indicaciones recibidas por el gobierno norteamericano, de igual forma, ambos acusados crearon el treinta de mayo del dos mil, la Sociedad de Periodistas Independientes Manuel Márquez Stering de la que surgió la revista De Cuba, resultando director González Alfonso por medio de la cual suministraban información al gobierno de los Estados Unidos mediante su entrega en la oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba” (Sentencia 4/2003 del Tribunal Provincial Popular -todo popular, ya saben, n.a.- Ciudad de la Habana).

Hoy, en la Cuba de los Castro, a la mitad de los periodistas españoles los habrían metido ya en la cárcel, y a alguno como a Jiménez Losantos lo habrían fusilado en el paredón (claro que, más de uno y más de dos Willys Toledos –que haberlos ahílos-, se hubieran alegrado, lamentablemente).

¿Se acuerdan de Martica, aquella mujer cubana con la que coincidí en el autobús camino de Madrid? Ya hablé aquí de ella y de sus circunstancias. Una mujer anónima que lleva algo más de un año en España. Allí, en su querida tierra, dejó a su vecino El Conde, con su cartilla de ocho huevos para pasar el mes, “y un pedazo de gallina”. Y es que ni Martica tenía, ni El Conde tiene, una visa de “técnico extranjero”.

Claro señores. No estén tristes. Willy Toledo se va a Cuba, pero no a la Cuba de los cubanos. No, Willy Toledo se va a Cuba con una visa de “técnico extranjero” en la maleta. Claro, la visa que le permitirá no estar sometido a la dictadura del proletariado, y sí a la del libre mercado. El muy comunista y revolucionario camarada Willy podrá prescindir de esos ocho huevos para pasar el mes “y un pedazo de gallina”. Tendrá acceso a lo que se conoce como “zonas verdes”. Por ejemplo, aquellas tiendas donde, “bloqueado” el acceso al pueblo cubano -¡ay, el pueblo!-, el “técnico extranjero” puede comprar con divisas una amplia variedad de productos. Pero también son “verdes” las clínicas -¿privadas?- a las que acuden los cuadros de mando del Partido Comunista. Por no hablar del acceso directo a una suculenta gama de automóviles imperialmente nacionalizados. Son más los privilegios, aquí paro.

¡Ay Willy, Willy! Que abandonas tu cómoda vida subvencionada en la España quebrada para continuar como un marajá en la Cuba comunista de la cartilla a racionar. Al menos tú has dado un primer paso, otros no salen de Hollywood nada más que para ir de manifa a la vera de mamá. Y en Madrid, claro.

*Dedico este artículo a mi amigo Anónimo, con el deseo de que, éste sí, te haya gustado.

La Pilar, el Willy y el Gordillo

sábado, 4 de mayo de 2013

Lo malo y lo feo

El otro día recordaba aquí que Wittgenstein, como servidor, quería vivir en lo bueno y en lo bello. Y mira que hay cosas y gente bella y buena alrededor nuestra. A mí por lo menos me ocurre, y por ello me siento enormemente afortunado.

Pero uno llega un día y abre un periódico, y se detiene en una noticia. Me pasó el jueves. No conozco su rostro ni sé qué tipo de sonrisa tenía, ni siquiera sé si sonreía. Tampoco sé si era más o menos alta, menos o más delgada, más o menos guapa. Desconozco si pasaba hambre, sed o frío. Y ahora todo eso ya da igual. El caso es que leí que una niña india había muerto después de diez días en coma como consecuencia de una violación. Tenía cuatro años.

Es bueno que sepamos también que la vida tiene estas cosas, y las aceptemos aunque se nos descomponga el cuerpo y vengan a la boca y al estómago un sinfín de arcadas. A veces controlar la impotencia es complicado, la rabia, el deseo de venganza, el pensamiento violento y ajusticiador de semejante barbaridad. En determinadas circunstancias el control, en general, se vuelve algo harto complicado, y uno piensa que le gustaría que lo dejaran a solas en una habitación con quién ha hecho eso, y darle su merecido, y quizás arrancarle la piel a cachos. O se te ocurre coger la cabeza del violador, ponerle una soga, atarlo a la moto y poner ésta a trescientos kilómetros por hora. Sí, el cuerpo descompuesto, pero cuando pienso en lo que habrá sufrido esa niña… Mejor dejar de pensar en lo que ahora mismo estaba pensando.

Ayer mientras estudiaba miraba al Cristo que posa sobre la mesa de mi despacho, regalo de mi Abuela Lola y debidamente bendecido. Y le preguntaba. Guardaba silencio y la imagen desconocida de esa niña me volvía a la cabeza, pero también los que la han matado, y me hago preguntas para las que no encuentro respuestas. Luego cerré los ojos y vi a unos padres destrozados.

Lo bueno y lo bello, lo malo y lo feo, y estos sentimientos tan contradictorios que recorren mi cuerpo y que intentan ser calmados por el Espíritu.

D. E. P.

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jueves, 2 de mayo de 2013

El viejo León ante el desierto

“El mundo occidental, falto de fe y de autoridad moral, va dejando inmensos desiertos de ideas y valores en el alma de los hombres. Y esas landas áridas de desengaño y aburrimiento son claramente visibles por cualquier enemigo que tenga un mínimo de inteligencia y de fuerza. Los desiertos morales son siempre “espacios conquistables”. No es extraño que los fanáticos redoblen sus golpes y sus asaltos en esos vacíos donde ven la flaqueza de su enemigo. Hace muchos años, cuando yo era un joven aventurero, un camellero del Sáhara me enseñó que los caballeros del desierto explican a sus hijos una sabia y prudente cautela: si el jeque no construye una ciudadela en la roca más alta, la comarca será invadida, tarde o temprano, por una tribu de bandidos.”

“Cuando Gandhi inició la lucha por la independencia de la India y la fundamentó en la no violencia, sabía lo que hacía: eligió la vía de la “autoridad moral”.”
 

“Presentar hoy un debate sobre el Escritor como Autoridad Moral sería ya un acontecimiento en este centenario de Tolstoi, porque nadie sabe ni siquiera lo que eso significa. Ahí estamos los escritores, orgullosos de nuestros premios y nuestras cifras de venta. ¿Qué ideas aportamos? ¿Qué significamos para la Fe de los hombres? ¿Qué valores proponemos a la sociedad? ¿Qué somos más que vendedores de historias de papel? Por eso los editores se ven amenazados por las ventas digitales. Por eso el anonimato, el folleto y la producción en serie amenazan al pequeño librero.

El materialismo nos destruye y nos arrastra en su caída por falta de valores. Y, al otro lado, en nuestro desierto moral sin ciudadelas, el fanatismo siempre encontrará supersticiones para exaltar a terroristas y kamikazes.

Hay que reconocerlo claramente: a quienes creemos en la libertad, en los valores espirituales, en la vía de amor, belleza y paz de las religiones y de la cultura, no nos servirán las bonitas razones del “sereno ateismo racionalista” para luchar contra esa barbarie. Tolstoi fue ya un precursor en esta batalla, rebelándose contra la frialdad racionalista y la tibieza del relativismo moderno. Tenemos que responder con nuestro corazón y nuestra fe. Esto es un reto que, en estas fechas del centenario de Tolstoi, se plantea claramente a los jóvenes. No son los políticos los que pueden recomponer el mundo, sino que se necesitan “autoridades morales””… (Págs. 161 y ss.)

En el 2010 se celebró el centenario de la muerte de Tolstoi; de todo lo que leí al respecto, El viejo LeónTolstoi, un retrato literario (Edhasa, julio 2010), de Mauricio Wiesenthal, es sin duda la obra que me resultó más sugestiva, interesante y portadora de valor. Ayer, día de San José Obrero, estuve releyendo algunos de sus pasajes.