miércoles, 27 de enero de 2010

Basta ya...

...de odiarnos entre españoles.

Ninguno de mis abuelos me hablaron de la guerra y ambos fueron testigos, que no partícipes, gracias a Dios. Incluso uno de ellos por su condición de católico se paso tres añitos en la cárcel de Chinchilla (Albacete), pero nunda nos dijo nada, ni una palabra malsonante, ni un ápice de rencor, NADA. Ninguna de mis abuelas me dijo algo sobre la guerra, y ambas fueron testigos tambien.

Ninguno, absolutamente ninguno de los miembros de mi familia que por aquél entonces (1936-1939) tenían ya uso de razón, nunda dijo nada.

Yo no voy a caer en el envíte de nuestro Presidente, por accidente. Me niego. Si alguna vez participo de alguna terturlia histórica o de algún debate político o histórico daré mi humilde opinión y pondre sobre la mesa, de la forma más sencilla y respetuosa que pueda, mis reflexiones. Lo mismo haré en mis escritos al respecto.

Basta ya de odiarnos entre españoles, basta ya.

No hay comentarios: