domingo, 17 de julio de 2011

RE-PUG-NAN-TE

Los hechos ya están aquí, los procesados también. El 4 de mayo de 2006 unos policías daban un chivatazo a los responsables del núcleo económico y financiero de ETA evitando así lo que iba a ser un durísimo golpe policial contra la banda terrorista. Hablamos del chivatazo del Bar Faisán. Un apunte, los etarras han matado nada más y nada menos que a 829 compatriotas desde 1968. Sigo. El ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo, el inspector de Policía José María Ballesteros y el jefe de la Policía en vascongadas Enrique Pamiés, han sido procesados por el magistrado del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, don Pablo Ruz, por dos delitos, uno de revelación de secretos y otro de colaboración con banda armada, ¡ojo! Lo diré de otra manera, tres miembros del Cuerpo Nacional de Policía de la máxima confianza del actual candidato socialista a las próximas elecciones generales y otrora Ministro del Interior y, a su vez, colaboradores inmediatos del actual Ministro del Interior y entonces Secretario de Estado para la Seguridad, Antonio Camacho, han sido procesados por colaborar con los asesinos de ETA, o lo que es lo mismo, por un delito de alta traición.
No abundaré en los detalles de lo ocurrido aquél fatídico día en cuanto al desarrollo de los acontecimientos, la hemeroteca está a su disposición. Si digo, sin embargo, que es de mero sentido común pensar que a ningún policía se le ocurre dar un chivatazo a ETA como el que nos ocupa si no fuera bajo las ordenes inmediatas de un superior, y no de uno cualquiera. Razonamiento que se corrobora con lo dicho por los representantes de los distintos sindicatos de la Policía. Si ustedes analizan el nivel jerárquico de los tres policías procesados ya me dirán a mí de que superiores estamos hablando. Re-pug-nan-te, y lo escribo así para dejarlo bien clarito.
Bajo los tentáculos del señor Rubalcaba, o Pérez, o Alfred, o como se le quiera llamar, España ha vivido de los episodios más viles de nuestra historia. Ahí están los GAL y aquí el FAISAN. Que este señor sea el candidato del Partido Socialista –hoy no encuentro la O de obrero ni la E de español- a presidir un Gobierno de España es, cuanto menos, preocupante. Que Antonio Camacho sea hoy Ministro del Interior es… pongan ustedes el adjetivo. El que fuera ministro de Interior socialista, don Antonio Asunción, dimitió en 1994 tras la fuga de Luís Roldán, de cuya vigilancia se había hecho responsable. ¿Con qué han de pagar los responsables políticos de este chivatazo a todas luces RE-PUG-NAN-TE?

* Publicado en La Tribuna de Albacete el 17.07.2011


jueves, 14 de julio de 2011

Cinco golosinas

Cuando un partido político es elegido por los ciudadanos -porque en España, al no haber listas abiertas solo podemos votar partidos, que no políticos, lo que sería bastante deseable- cuenta con una legitimidad en su origen para desempeñar las tareas de gobierno. Pero eso no le da derecho a hacer de su capa un sayo.
Me explico. A nadie se le escapa que las deudas que contraen nuestros políticos las terminamos pagando los ciudadanos de a pie. Sí, somos nosotros los que injustamente pagamos el pato y con esto no digo nada nuevo, desde tiempos antiquísimos viene ocurriendo así. Escribo esto reflexionando acerca de lo que se ha encontrado el equipo de María Dolores de Cospedal al asumir el gobierno de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Cómo estará el patio -me lo imagino feo, pero que muy feo- para que la nueva presidenta haya pedido con carácter de urgencia ser recibida por la ilustrísima ministra del ramo con el fin de que le explique por qué se ha consentido un endeudamiento autonómico tan descomunal, además de para buscar soluciones. Si es que no puede ser. Los gestores políticos nos exigen responsabilidad en un sinfín de facetas y quehaceres de nuestras vidas y los primeros que no dan ejemplo son ellos. ¿Alguien me puede explicar qué narices pinta en Ciudad Real un aeropuerto fantasma como el existente? ¿Adivinan quién va a pagar la financiación de semejante fechoría? Ya sé que sí, yo también. Pues a eso me refiero, a que quién la hace que la pague. Algunos nos quieren vender la moto de que hace más quién más gasta y no señor. Hace más quién más ofrece de una manera eficiente pero también eficaz. Y ni de una cosa ni de la otra se puede presumir si el precio a pagar es endeudar a los españoles más allá de la coronilla. ¿Tiene algún sentido la millonada que nos va a costar -repito que lo pagamos nosotros- la parafernalia del dichoso AVE? Para quién no lo sepa España cuenta con un potentísimo Talgo que nada tiene que envidiar al pájaro, nada salvo unos pocos minutos de diferencia. Pues a eso voy, que en la pobre morada llamada España se vienen ingresando cien y gastando 1.500 y así estamos como estamos, endeudados hasta las trancas. No hace mucho preguntaba a la sobrina de un ser querido cuántas golosinas podría comprar con cinco euros si cada una costara uno: «cinco», me dijo. Ya ven, una criatura de cinco años lo tiene así de claro y sin embargo a nuestros políticos -es cierto que la «patología» predomina más en unos que en otros- les falta tanto sentido común que resulta vergonzoso. Pues a esos que encargaron el dichoso aeropuerto habrá que pedir responsabilidades, ¿no? Y lo que en Castilla-La Mancha ha ocurrido puede trasladarse a cualquier punto de la geografía española, que aquí no se salva ni el tato y servidor no se casa con nadie.

* Publicado en La Tribuna de Albacete el 14.07.2011

martes, 12 de julio de 2011

¡Gibraltar español!


Lo que tiene un gobierno débil es que todo el mundo quiere abusar de él. Pasa lo mismo que con el padre blandón que no sabe decir no a sus hijos, a parte de malcriarlos éstos tienden a abusar del “buenismo” del progenitor. Con el gobierno socialista de Zapatero sobran los ejemplos, ahí tenemos el Estatuto de Cataluña, la sangría de los nacionalistas o la vuelta de los etarras a las instituciones de vascongadas. Cuando leo algunas declaraciones de políticos supuestamente democráticos que defienden a Bildu como partido político legítimo me acuerdo de Hitler. Es lo que tiene eso de la Historia, que ahí está para el que quiera aprender de ella.
Leo en la prensa, y reconozco que sin asombro, que Gibraltar quiere tomar 90.000 metros cuadrados del territorio marítimo español con fines industriales. Eso, independientemente de la actitud de nuestro caótico gobierno así como de lo que la Unión Europea tenga y deba decir, vulneraría lo establecido en el Tratado de Utrecht. Mi diagnóstico de la situación es sencillo, los “okupas” del Peñón ven que la legislatura de Zapatero se acaba y saben que el anterior gobierno del Partido Popular se caracterizó, entre otras cosas, por no dejarse “torear”, a si que han aprovechado para lanzar un órdago a la grande a ver que pasa. Lo que ocurre es que cuando alguien lanza un órdago en una partida de mus tiene el convencimiento de que lo va a ganar. En el caso que nos ocupa confiemos en que se trate de un farol. Y por cierto, ¡Gibraltar español!, que ya está bien tocada la pieza.

* Publicado en La Tribuna de Albacete el 12.07.11
* Publicado en El Dia de Albacete el 12.07.11