sábado, 1 de enero de 2011

Strauss en Familia



Comienza el 2011 y lo hace de una forma dulcemente sonora. Llevo 31 años queriendo escuchar el concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena, que retransmite en directo TVE el uno de enero de cada año, y por fin este año ha ocurrido. En la noche más vieja del año me porté bien, a las 5 estaba durmiendo –después de una entrañable conversación familiar- y a las 10:30 de la mañana estaba arriba: duchita, café y a disfrutar…

Empezar el año escuchando a Strauss es una delicia y aplaudir la Marcha Radetzky mientras uno cierra los ojos es viajar a la Viena imperial donde la música hace acto de presencia de la mano de ángeles que tocan los distintos instrumentos. Poder empezar el año aplaudiendo es fabuloso y creo que es de justicia dar gracias por ello, yo personalmente se las doy a Él.

También le doy gracias a mi familia, a mis padres y hermanos en particular, por haberme hecho tantos momentos feliz, por estar ahí siempre –en los momentos buenos y en los malos-, por haberme educado en los valores del esfuerzo, el trabajo y la constancia, por adentrarme en la Fe de Jesucristo (que no es sino la Fe de nuestros mayores), por haberme dicho muchas veces que no, por haberme dado algún azote que otro –cuánto bien hacen esos azotes, que no duelen pero si educan-, por haber hecho porque en casa no hayamos pasado nunca necesidades, por haberme animado a estudiar en aquella edad llamada adolescencia donde reina la confusión y tienta la pereza,…, en fin, agradecido estoy por todo. Y os quiero.

1 comentario:

Jota Mate dijo...

Qué mejor entrada del año que con la Filarmónica de Viena. Y oye, Juan Pablo, mucho mejor entrada de año es agradeciendo. Y tú lo haces a quien más se lo merece. A la familia. Y a una familia que te ha hecho valedor del Amor de Dios.
Gracias a tí por los reconocimientos.