
En un pequeño y deteriorado local de Tarazona de la Mancha se encuentra la Ermita de San Roque. En ella tenemos la imagen del Santo del mismo nombre así como la figura de Santa Lucía.
La Ermita se utilizó a comienzos de la Guerra Civil como checa, es decir, como cárcel donde se metía a la gente -en este caso del bando nacional- hasta que llegaba la hora del “paseo”. Y lo sé no porque lo haya leído en los libros sino porque lo dicen los propios vecinos del pueblo, de un bando y de otro, y todos coinciden hoy en lo mismo: “¡ojalá nunca tengáis que pasar por ello!”.
¡Ojalá!
2 comentarios:
Muy bueno tu análisis. Coincido que la brevedad y concisión son los puntos más fuertes del mismo. Decir tanto con muy poco, cosa difícil que pocos logran. Gracias por tu blog.
Muchas gracias por tu comentario.
Una curiosidad, ¿cómo has dado con él?
Muchas gracias,
JP
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