sábado, 30 de abril de 2011

Un poema

Préstame tu sonrisa por un instante,

tú, que la vida refugiaste bajo la luna llena,

como tu cabeza,

afeitada a contra tiempo, desesperadamente.


Muéstrame tu sonrisa otro instante más,

que la magia que desprende,

junto a la luz de tus ojos,

mi camino ha de guiar.


Porque en apenas ocho años de vida,

más sonrisas regalaste tú,

más sonrisas provocaste tú,

que besos te pudieron dar.

* Este poema esta dedicado a todos esos niños risueños que se van antes de dejar de serlo, llevados por el cáncer maldito y que pasan por la vida sumergidos en el más absoluto anonimato, salvo para sus padres, hermanos y amigos que, de cuando en cuando, dan testimonio de quienes fueron sus pequeños.