jueves, 10 de junio de 2010

Tierras de penumbra

El pasado 29 de mayo, en una entrada titulada “Vacaciones estivales”, Guillermo Urbizu mencionaba en su Blog la película “Tierras de penumbra” (Shadowlands). Me llamó la atención poderosamente entre otras cosas porque el protagonista de la película es el escritor británico C.S. Lewis.

Mi relación con C.S. Lewis es escasa, por ahora. En mi biblioteca tan solo tengo “Cartas del diablo a su sobrino” cuya lectura me produjo una gran satisfacción. Fue un regalo de mi amigo Luis y en la dedicatoria me pedía que no dejara de escribir. No lo haré.

Volviendo a la película, la he terminado de ver hace unos minutos. “Tierras de penumbra” se centra en la relación entre Lewis y Joy Davidman. Digamos que ese es el centro porque la película dice muchas cosas, muchas. Se mete en lo más profundo de nuestro interior y lo recorre, de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Aún estoy conmovido, emocionado, ilusionado, esperanzado, reflexivo…, estoy yo conmigo mismo.

¿Por qué el dolor? ¿Por qué el sufrimiento, propio y ajeno? ¿Por qué el amor? ¿Sabemos realmente qué es Amor? Insisto: ¿realmente? ¿Por qué Él –que se supone que es todo Amor- dejó que Su Hijo hecho Hombre muriera –y sufriera- en la Cruz a los 33 años de edad? ¿Cuál es el Misterio? ¿Por qué no decimos más veces “te quiero”? ¿Por qué no nos sinceramos más a menudo con nuestros seres queridos? ¿Por qué dejamos que llegue el “demasiado tarde? Unos creeremos en mayor o menor medida en el Cielo Azul, otros no, pero estoy seguro que todos podemos pensar ahora mismo en alguien a quién, lejos de estar con nosotros aquí en “nuestro” mundo, nos gustaría profusamente volver a ver, abrazar, besar…

“¿Leemos para no creer estar solos?” (La interrogación es mía)

“¿El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces?” (Idem.)

Yo seguiré reflexionando, pensando. A ustedes les propongo que vean la película y, si se acuerdan y quieren, vuelvan de nuevo por aquí a intercambiar sus pensamientos y reflexiones. La invitación queda hecha.

2 comentarios:

Mora Fandos dijo...

Grandísima película. Algunas de tus preguntas las puedes responder -qué pretencioso, ¿no?, son un misterio- en otra obra de Lewis que es sensacional: Los cuatro amores, un ensayo sobre los diversos tipos de amor. Editorial Rialp.

Juan Pablo L. Torrillas dijo...

Estimado José Manuel, grandísima sin lugar a dudas. Gracias por la visita y miles más por la recomendación; ya lo he anotado en la lista de "pendientes" para este fin de semana en la Feria del Libro, jajaja. Menos mal que cobramos la extra en breve, esperemos...

Los exámenes al final los terminé ayer, por eso me relaje por la tarde viendo éste PELICULON. Se han dado bien y sigo de nuevo "con lo que me traigo entre manos", jejeje. Muchas gracias.

Un cordial saludo