viernes, 18 de junio de 2010

Sueños


Los sueños de los muertos del pasado, que no los del presente, hicieron de nosotros quienes somos hoy. Considero que tampoco hace falta comerse demasiado el coco para tratar de entender lo que digo; simplemente espero despertar en algún lector la curiosidad, tan mala para unos pero tan necesaria para la humanidad, y dedicar un instante a pensar que posiblemente no sepamos nada de lo que estamos tan seguros. He tenido la necesidad en determinados momentos de cerrar los ojos y volar: a mi primer recuerdo, a mi primer día de guardería, a mi primer día de colegio, a la primera comunión, a las bodas de oro de mis abuelos, a las de plata de mis padres, a cumpleaños y acontecimientos familiares y sociales varios, etc. Al final me siento contento por haber caminado junto a seres queridos y sin demasiados enemigos, que yo sepa. Con la certeza y el convencimiento de que no se nada seguiré leyendo para ver si algún dial al menos aprendo a soñar y que los sueños no me los lleve el viento…

1 comentario:

Mora Fandos dijo...

Eso ya es saber mucho.