martes, 29 de enero de 2013

"Remontar la marea"


Para Rainer María Rilke “la vida era maravillosa”. 

Estaba de acuerdo con el gran poeta checo, pero aquél 31 de diciembre la vida les jugó una mala pasada, coloquialmente hablando.

Aquella tarde descolgó el teléfono y llamó a su amiga. Hacía un mes que perdió a su padre y no había tenido oportunidad de hablar con ella. Probablemente decidió dejar pasar un poco de tiempo. Uno en estos casos no sabe muy bien qué decir, tampoco el supo, y preguntar qué tal estás pues, en fin, resulta algo un tanto absurdo, o quizás no.

La pérdida de un ser querido es algo muy duro. Asimilarlo cuesta lo inimaginable y creo que, en algunos casos, puedes llegar a aceptarlo, pero nunca lo asimilas.

No se podía imaginar por lo que estaba pasando su amiga, porque afortunadamente sus padres viven –Dios quiera que por muchos años-, pero si que conocía el dolor de despedir a personas que han sido parte de su vida y a las que ha querido muchísimo, que aún quiere y que recuerda a diario. Doy fe. 

El tiempo hace que aprendas a vivir con ello, a darte cuenta de que la vida sigue y que, a pesar del dolor de hoy, continua siendo maravillosa tal y como nos recuerda el poeta checo (entre otras cosas porque nos ha brindado la oportunidad de vivir para conocer a quienes ya no están aquí).

Pero la vida tiene esto, que nos vamos. Jugueteamos constantemente con la muerte, nuestra más fiel compañera de viaje, y nunca sabemos donde, en qué momento o lugar va a dar el paso de llevarnos. Sí, la muerte. Para algunas personas es un tabú hablar de lo único que tenemos claro en esta vida, todos, pobres y ricos, blancos y negros, buenos y malos, creyentes cristianos y creyentes ateos. Aceptar la vida es aceptar la muerte.

Mientras hablaba por teléfono un nudo se le puso en el estómago. Estaba acostumbrado a ver a su amiga alegre, sonriendo, disfrutando de su gente, de su familia, de la vida. Era la primera vez que la escuchaba con tanto dolor, con tanto sufrimiento. Llevaba razón en lo que le dijo, “esto hay que pasarlo uno”, “esto es muy duro”. 

Luego me contó que la escribió un mensaje que decía algo así:

Querida amiga, en estos momentos tan dolorosos por los que atraviesas, en estos días tan duros, y a sabiendas de que te toca a ti “pasarlo”, permíteme que vuelva de nuevo a Rilke y comparta contigo otra de las reflexiones que dejó escritas aquél que vivió por y para la poesía:

“Nos encontramos en una corriente donde debemos remontar la marea. La tristeza también es una ola”. R.M. Rilke

Ojala remontes pronto la marea. Un fuerte abrazo.


* Hoy no hay foto.

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