domingo, 10 de octubre de 2010

Por fin... Llosa


Para los que creemos en la justicia, la libertad y el sentido común, estamos de enhorabuena. Que Borges fue un gran escritor, y por tanto lo es, creo que no se le escapa a nadie –al margen de que su literatura nos pueda gustar más o menos-, sin embargo nunca le concedieron el Premio Nobel por sus pensamientos políticos, sociales y culturales. Durante un porrón de años, en cambio, se barajó su nombre.

Desde que mi madre me dijo que me leyera “La ciudad y los perros” –tenía yo trece o catorce años- nunca he dejado de leer a Vargas Llosa. Su literatura, en general, me parece culta, refinada, elegante, sensual y con cuya lectura disfruto tremendamente. Como personaje público le considero un hombre, un intelectual comprometido con la causa de la libertad y azote de todos aquellos regímenes totalitarios que fueron y que, desgraciadamente, aún quedan en Hispanoamérica. Y es por esta última circunstancia que considerara que, como en el caso de Jorge Luís, Vargas Llosa se convirtiera también en el eterno candidato.

Me he equivocado y no saben ustedes lo que me alegro. Lo primero porque se ha hecho justicia con uno de los más prolíficos y vibrantes escritores a nosotros contemporáneos. Segundo porque se entrega un Nobel a un defensor de la libertad y aun enemigo de los -ismos. Y tercero, porque mientras en España tenemos algunos sitios donde se persigue la lengua de Cervantes, o sea el español, la Academia sueca ha reconocido un relevante galardón a un escritor que, pese a su conocimiento de varias lenguas, ha desarrollado toda su obra en la de Don Miguel. También estamos de enhorabuena los españoles pues Mario tiene desde hace muchos años nuestra nacionalidad.

Y por fin… la libertad. No solo con Llosa se ha rendido el merecido respeto que se merece la tan maltratada palabra, sino que con el Nobel de la Paz al chino, encarcelado y perseguido por el régimen comunista de su país, Liu Xiaobo también se ha hecho justicia. Ya está bien de que toda la progresía europea siempre mire para Norteamérica cuando les conviene y nunca lo hagan hacia China. En China son muchos los que como Xiaobo han terminado con sus huesos en la cárcel por defender la democracia y la libertad –términos que no tienen porqué ir unidos. Pero también son muchos, más si cabe, los que han sido ejecutados o condenados a la pena de muerte. Y la progresía europea, no se como se las apaña, siempre mirando para otro lado. Como con Cuba, como con Venezuela, como aún hoy lo hace con la Rusia soviética.

Y aquí en España, en nuestra Patria, aún tenemos que leer las estupideces que dicen algunos de nuestros actores subvencionados como es el caso del Jily Toledo, al referirse al señor Llosa como “derechista muy peligroso”. Hay que joderse.

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