Arturo Más va a
pasar a la historia como el político que mejor ha gestionado los cuartos de los
compatriotas catalanes. Con Arturo el déficit catalán ha disminuido una
barbaridad, oiga. La administración autonómica catalana se caracteriza por
superar al resto de Comunidades en eficacia y eficiencia, por si no lo sabían.
Sobre todo destacan los logros alcanzados por su Consejería de Sanidad, donde
Arturo ha puesto toda la carne en el asador. No solamente no tienen listas de
espera sino que médicos y enfermeros están, por ejemplo en Barcelona, de brazos
cruzados esperando a que algún vecino de las Ramblas se ponga malo. Y eso
cobrando el doble que el resto de colegas de España. Por no hablar de que ha convertido a Cataluña en la Comunidad Autónoma española a la que acude más
inversión extranjera, la que cuenta con el menor porcentaje de personas
desempleadas y los primeros ciudadanos trilingües del Estado con el dominio del
español, el catalán y el inglés.
Por eso yo no
entiendo cómo, con lo magníficamente bien que le va como gestor político, se ha
tenido que complicar la vida montando un simposio “científico” que lleva por
título España contra Cataluña, con lo
bien que le va al tío. Y además, algo tiene que pasar con ese simposio cuando
grandes historiadores han puesto el grito en el cielo con declaraciones como la
del catedrático José Álvarez Junco (“el congreso es más una acusación de parte
que un dictamen científico”), o la del académico Luis Ribot (“es increíble que
en nuestro tiempo se usen esas prácticas de manipulación”), o las de García de
Cortázar (“este congreso refleja claramente la irracionalidad del nacionalismo”),
o las de José Antonio Escudero (“en Cataluña y País Vasco se está enseñando una
historia deformada”). Me queda la duda de saber qué es lo que hubiera opinado
al respecto el historiador español nacido en Gerona don Jaume Vicens Vives.
Yo no entiendo a
Arturo, qué ganas de complicarse la vida, como empiece con estos desvaríos al
final pasará a la historia como Más contra Cataluña. Con lo bien que lo está
haciendo.
----
El control de la educación, y por tanto de la historia, ha sido siempre
“la joya de la Corona” de todo tipo de dictaduras, totalitarismos e ideologías
perversas y obtusas. La Rusia de Stalin, la Alemania de Hitler o la China de
Mao sirvan como ejemplos. En este sentido, nunca pasará de moda 1984, de George Orwell. De entre los errores que cometió Aznar en sus años de
gobierno, probablemente el que peores consecuencias traiga a España como nación
sea el de haber transferido a las Comunidades Autónomas las competencias en
educación. No nos podemos extrañar ahora de que niños catalanes y vascos nos
odien, ni de que niños navarros empiecen a hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario