lunes, 22 de marzo de 2010

Viceversa


Lo que tiene esto del día del padre es que no solo te juntas en familia con tu padre y tu gran padre materno, el paterno ya no está –desgraciadamente- entre nosotros, sino que a parte de tener un detalle con tu padre, es él el que lo tiene contigo. Y así fue como mi querido padre, Julián, en la agradable sobremesa de después de comer, mientras el coñac daba el justo y castizo toque al café, me dijo un “toma, lee”:

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.
Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.
Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.
O sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


(Viceversa, de Mario Benedetti)

Donde la maestría del maestro se confunde con la belleza del lenguaje…(N.d.A.)

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