jueves, 7 de mayo de 2009

Camino a Tierra Santa, por Juan Pablo López


El Santo Padre ya está de camino a Tierra Santa. Un viaje sumamente deseado y esperado por Benedicto XVI, minuciosamente planificado e intencionadamente plagado de gestos y actos simbólicos que confirman la apuesta del Papa por el entendimiento y respeto entre las distintas religiones. De entre las muchas cualidades que tiene el Papa, su enciclopédica sabiduría, su riqueza intelectual, su tolerancia y su humanidad son, sin duda, de las más destacadas. Los próximos días seremos testigos de ello.
Sin duda, este viaje despierta una gran expectativa en el impacto que tendrá sobre las relaciones entre Islam y Catolicismo. Consciente de ello, Benedicto XVI comienza su peregrinación mañana viernes en Jordania, donde Su Alteza Abdalá II bin al-Hussein, monarca del Reino Hashemita, ha decidido saltarse el protocolo para ir personalmente a recibir y acoger al Papa en la ceremonia de bienvenida. También le acompañará en su despedida el 11 de mayo. Junto a él visitará la mezquita Al-Hussein Bin Talal de Ammán, inaugurada por el rey Abdalá II en el año 2006, la más grande y la también declarada como oficial del país.
No podemos dejar de recordar que el rey Abdalá II está apostando, también, fuertemente por el diálogo entre creyentes de distintas religiones y así lo demuestra con iniciativas como el “Mensaje de Ammán”, el “Mensaje interreligioso de Ammán” o la iniciativa internacional “Common World” (un manifiesto escrito por numerosísimos líderes y sabios islámicos de apoyo a Benedicto XVI tras los ataques sufridos por éste tras su discurso de Ratisbona en septiembre de 2006) y que contribuyó a crear el Forum Católico-Musulmán en Roma.
Ya en Israel el Santo Padre tendrá un gesto inédito de respeto a los seguidores del profeta Mahoma visitando, en la mañana del 12 de mayo, la Cúpula de la Roca (Mezquita de Omar), acompañado por el gran muftí de Jerusalén, Muhammad Ahmad Husayn –considerado como la autoridad suprema jurídico-religiosa de Jerusalén y del pueblo árabe-musulmán en Palestina-, lugar sagrado para los musulmanes pues fue donde Mahoma habría subido al cielo. También lo es para los judíos, pues llegó a formar parte del Templo de Salomón, y a los cristianos nos recuerda las visitas de Jesús al Templo.
Otro de los momentos cumbres del viaje será el encuentro que Benedicto XVI mantendrá el 13 de mayo con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, en Belén, tras visitar el Campo de refugiados de Aida, junto con representantes palestinos musulmanes de Gaza y Cisjordania, invitados por el presidente.
Los católicos, los judíos y los musulmanes de bien deberíamos mostrarnos esperanzados con el viaje del Papa a Tierra Santa, que no simboliza sino el máximo respeto para con otras religiones, un viaje cargado de amor y deseos de paz. Al final, la creencia en el “toque” Divino de este maravilloso Universo en el que vivimos, es lo que debería unirnos a todos. Por fin el Papa inicia su Camino a Tierra Santa.

No hay comentarios: