lunes, 12 de enero de 2009

...a la guerra en Gaza

Mi respuesta, a la guerra en la franja de Gaza. El domingo pasado tuvimos oportunidad de ver a muchas personas manifestándose, en distintos puntos de la geografía española, contra Israel. Numerosas banderas de Israel fueron quemadas al grito de ¡Israel genocida!”
Hamás es una organización nacionalista islamista sunní, declarada terrorista por la Unión Europea, EE UU, Israel, Japón, Canada y Australia. En 2002, la organización humanitaria Human Rights Watch acusó a Hamás de cometer crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Hamás no reconoce al Estado de Israel y, junto a regímenes como el de Irán, quiere que “desaparezca” del mapa.
Hamás decidió romper unilateralmente su acuerdo de paz con Israel y reanudó sus ataques terroristas contra Israel en diciembre del año pasado. Hasta la fecha, Hamás a bombardeado un día sí y otro también territorio israelí causando la muerte de cientos de personas, muchos niños por cierto. Naciones Unidas no ha hecho absolutamente nada antes. Ahora pide el alto el fuego, como siempre.
Como católico estoy en contra de todo tipo de guerras pero desgraciadamente no vivimos en “Alicia en el país de las maravillas”. El Estado de Israel tiene la obligación de garantizar la seguridad de su pueblo y ha pegado un puñetazo encima de la mesa.
¿Dónde están todos esos manifestantes del domingo cuando Hamás envía a uno de sus hombres cargado de explosivos y se suicida asesinando a numerosos israelíes y/o palestinos? ¿No tiene Israel derecho a defenderse de los continuos y diarios ataques terroristas? Hamás, el terrorismo islamista radical, asesina a israelíes, pero también lo hace a palestinos, españoles, ingleses o americanos. El domingo fue un día de mucha hipocresía y esta es mi respuesta.

No hay comentarios: