jueves, 4 de julio de 2013

Algunas cuestiones lamentables

Hace más de seis meses que habito mi nueva morada sin el uso de la televisión. Hice la prueba al cambiarme de piso y al ver que pasada una semana seguía vivo he continuado sin televisión.

De lo que no me he quitado, en cambio, es de la lectura de periódicos, a poder ser en papel. Por ello creo estar, un poco al menos, al tanto de lo que ocurre en el mundo, y en España especialmente.

Es lamentable comprobar cómo algunos políticos, siempre demasiados, a quienes se les supone servidores públicos, utilizan la res pública para meter la mano en el cazo, para robarnos, para hacer corruptela del erario público, del dinero de nuestros impuestos al fin y al cabo –de los que pagamos impuestos, habría que matizar.

Es lamentable ver como los partidos, en minúscula, y alguno más que otros, orquestan operaciones a la caza y captura de determinados jueces por el mero hecho de cumplir con su trabajo: hacer y administrar justicia.

Es lamentable que la acción de la política en España no vaya encaminada al bienestar común y a la mejora de nuestra Patria, sino que esté predirigida a la consecución de determinados resultados en función de determinados cálculos electorales.


Es reconfortante saber que a lo largo de la historia de la humanidad, después de épocas de tinieblas han llegado épocas gloriosas de Luz. Y hablando de Luz, precisamente mañana aparece la primera Encíclica del Papa Francisco, titulada Lumen Fidei. Estoy deseando leerla.


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