sábado, 12 de mayo de 2012

La nacionalización de Bankia



La nacionalización de Bankia es la prueba más evidente de que nuestro sistema financiero no es el más sólido y solvente del mundo, por mucho que le pese a nuestro ilustre, docto y sabio ex presidente Zapatero.

Les diré una cosa al oído, guarden silencio: España está intervenida por Europa. Si la palabra “intervenida” les produce angustia cámbienla por “tutelada” y seguro que hacen mejor la digestión. Rodrigo Rato no llegó a Caja Madrid para marcharse al año. Él tenía un plan para sanear Bankia (Caja Madrid más Bancaja, ésta última tóxica prácticamente en su totalidad) en cuatro años. El problema es que España no dispone de ese tiempo; así se lo anunció a Rajoy en Barcelona el presidente del Banco Central Europeo: “o se sanea la banca o habrá intervención”, le vino a decir. Y eso mismo transmitió De Guindos -¡guau, un Ministro que habla en ingles!- el pasado viernes a los tres peces gordos del sistema bancario español; a saber, Emilio Botín –Santander-, Francisco González –BBVA- e Isidro Fainé –Caixa-. Los mismos que se van a “comer” el marrón (incluido el puñetazo sobre la mesa del Ministro) y a repartir el pastel, es decir, Bankia. Tiempo al tiempo.

¿Y porqué tiene que acudir el Estado, o sea, nosotros, al rescate de Bankia? Por dos razones fundamentales: la primera es que nos lo exige Europa; la segunda, porque es la única manera de que la banca mundial acuda a “socorrer”, si se me permite la expresión, nuestro sistema financiero. En otras palabras, para que los bancos internacionales, una vez saneadas las cuentas de los nuestros, nos presten su dinero y vuelva a circular el crédito. Dios lo quiera.

¿Por qué hemos llegado a esta situación? Porque el Banco de España, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez a la cabeza, no ha cumplido con su obligación. Si ante el boom de la burbuja inmobiliaria –de la que culpables somos todos, si bien es cierto que unos más que otros-, MAFO hubiera exigido a los bancos y cajas dotar provisiones para garantizar las inversiones realizadas en determinadas operaciones escandalosas, otro gallo hubiera cantado. Y si a más de un consejo de administración bancario se le hubiera expedientado e intervenido la situación hoy sería distinta. Pero de MAFO hablaré otro día, hoy concluyo preguntándome por lo que pensará Cristina Kirchner de la nacionalización, en España, de Bankia. Sin maldad.

* Publicado en el diario El Día el 11.05.2012
* Publicado en el diario La Verdad el 12.05.2012
* Colaboración en Diario Liberal el 12.05.2012



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