Para Rainer María Rilke “la vida era maravillosa”.
Estaba de acuerdo con
el gran poeta checo, pero aquél 31 de diciembre la vida les jugó una mala pasada, coloquialmente hablando.
Aquella tarde
descolgó el teléfono y llamó a su amiga. Hacía un mes que perdió a su padre y
no había tenido oportunidad de hablar con ella. Probablemente decidió dejar
pasar un poco de tiempo. Uno en estos casos no sabe muy bien qué decir, tampoco
el supo, y preguntar qué tal estás pues, en fin, resulta algo un tanto absurdo,
o quizás no.
La pérdida de un
ser querido es algo muy duro. Asimilarlo cuesta lo inimaginable y creo que, en
algunos casos, puedes llegar a aceptarlo, pero nunca lo asimilas.
No se podía imaginar por lo
que estaba pasando su amiga, porque afortunadamente sus padres viven –Dios
quiera que por muchos años-, pero si que conocía el dolor de despedir a
personas que han sido parte de su vida y a las que ha querido muchísimo, que aún
quiere y que recuerda a diario. Doy fe.
El tiempo hace que aprendas a vivir con
ello, a darte cuenta de que la vida sigue y que, a pesar del dolor de hoy,
continua siendo maravillosa tal y como nos recuerda el poeta checo (entre otras
cosas porque nos ha brindado la oportunidad de vivir para conocer a quienes ya
no están aquí).
Pero la vida tiene
esto, que nos vamos. Jugueteamos constantemente con la muerte, nuestra más fiel
compañera de viaje, y nunca sabemos donde, en qué momento o lugar va a dar el
paso de llevarnos. Sí, la muerte. Para algunas personas es un tabú hablar de lo
único que tenemos claro en esta vida, todos, pobres y ricos, blancos y negros,
buenos y malos, creyentes cristianos y creyentes ateos. Aceptar la vida es
aceptar la muerte.
Luego me contó que
la escribió un mensaje que decía algo así:
Querida amiga, en estos momentos tan dolorosos por los que
atraviesas, en estos días tan duros, y a sabiendas de que te toca a ti
“pasarlo”, permíteme que vuelva de nuevo a Rilke y comparta contigo otra de las
reflexiones que dejó escritas aquél que vivió por y para la poesía:
“Nos encontramos en una corriente donde debemos remontar
la marea. La tristeza también es una ola”. R.M. Rilke
Ojala remontes pronto la marea. Un fuerte abrazo.
* Hoy no hay foto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario