Estoy con el gran Josep Pla, la realidad supera infinitamente a la imaginación. Hoy voy a hablar
del Mayor de Zaragoza. Se abrió camino en la vida bajo la batuta del General
Francisco Franco. No se sabe muy bien cómo pero cayó en gracia al anterior Jefe
del Estado. Casi cuarenta años como jefe da para mucho, se conoce a mucha gente,
a personas muy bien posicionadas y uno tiene sus contactos. Cosas de antaño que
ahora no pasan. O sí. El caso es que Franco y el Mayor hicieron buenas migas desde el
principio y aquél propició a éste lo que hoy calificaríamos como una vida "acomodada".
Franco murió. El
Mayor temió perder la posición privilegiada bajo el dictador conseguida y se
apegó a los que cogían las riendas de la transición. Aún de derechas, poco
tiempo después cambió. Eran los años dorados del socialismo español. Todo con
el pueblo pero sin el pueblo. Y el Mayor a los socialistas se arrimó. Al final,
la teta pública leche da, con dictadura o con democracia, si te arrimas y
tienes gracia, leche da.
Es una lástima
terminar la biografía de Mayor así, en Bilbao, lo último que se le conoce,
apoyando a los presos que tantas vidas han robado, segado, ejecutado,
asesinado, masacrado, violado... Una lástima y una falta de vergüenza, de mucha
vergüenza.
Me dice un amigo,
confidente de la policía, que el Mayor de Zaragoza anda refugiado. Al parecer
ha salido a la luz pública algo que el susodicho creía olvidado. Algo que le ha
comprometido con sus nuevos amigos, los terroristas de la lucha armada, y que dice así:
Y ya, para colmo, la fecha de publicación.
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