La Iglesia ha sido de nuevo uno
de los centros de atención de la Conferencia Política celebrada el pasado fin
de semana por el PSOE. Y lo ha sido para ser atacada, de nuevo. Es una lástima
que el principal partido de la oposición no tenga nada más que ofrecer. Es más
bochornoso aún, si cabe, que su jefe de filas -la condición de líder exige
mucho más- no haya aprendido absolutamente nada de la historia de España, país
que es difícil de entender como Nación si se borrara de un plumazo su catolicismo.
Quizás por ello los ataques.
El señor Rubalcaba, por otro
lado, ha proclamado querer “unos españoles que gobiernen sus vidas libremente”,
y a mí que quiera eso Alfredo me preocupa, precisamente como español. También a
Largo Caballero se le llenaba la boca con la palabra libertad, y ha pasado a la
historia como un gran enemigo de la misma. A juicio de Walt Whitman “el mejor
gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz”, yo estoy de acuerdo.
Rubalcaba cuando ha gobernado ha hecho todo lo contrario, así que cuidado.
“No hay partido que tenga más pasión por España que el PSOE”, ha salido
como proclama de su Conferencia, bien, es hora de que empiecen a demostrarlo.
El fin de semana pasado perdieron una preciosísima ocasión.
* Publicado en La Tribuna de Albacete (18.11.13)
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