Ante la última convocatoria de huelga en el sector de la educación reconozco que he visto imágenes que me han puesto el vello de punta. Contenedores
ardiendo, vayas publicitarias arrancadas, papeleras rodando por el suelo,
agresiones a estudiantes que querían acudir un día más a clase, profesores
obligados a no poder ejercer su derecho al trabajo ante amenazas y coacciones
de todo orden y gravedad, etc. Un espectáculo esperpéntico y grotesco
protagonizado por algunos “estudiantes” y alentados, me temo, que por alguien más.
Estoy de acuerdo con el catedrático
Dalmacio Negro Pavón cuando dice que “no basta con vivir en un régimen que se llame democrático
para ser demócrata. Se han dado personajes históricos como Lenin, Stalin,
Hitler o Mao que pretendían que su democracia era la verdadera; punto de vista
evidentemente no compartido por todos; por lo menos por quienes les han sufrido…
La primera condición –para vivir en democracia- es la existencia de demócratas”.
Ser demócratas, ser libres, ser responsables, ser ciudadanos, ser
respetuosos… ¡qué bonito todo!
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