Once
y cincuenta de la mañana, aparecen los primeros componentes de la Joven
Orquesta Nacional de España (JONDE). El que luego resultó merecido aplauso no
se hace esperar. El mayor de los músicos no tendría más de 25 años, y me
pregunto si serían conscientes del hito musical que allí les, nos, había
convocado. Y un genio sordo, BEETHOVEN.
Para
aceptar el reto de dirigir las Nueve Sinfonías en un mismo día me imagino que
hay que pensárselo dos veces. O tres. De hecho, un acontecimiento de tal
calibre tan solo ha tenido lugar en dos ocasiones en todo el mundo. La del
sábado fue la primera en España, y el que “cogió el toro por los cuernos” no
pudo ser otro que nuestro insigne director de orquesta, don Jesús López Cobos.
¡Bravísimo!
Cinco
conciertos se repartirían las Nueve Sinfonías de dos en dos, dejando para el
final de la jornada, en exclusiva, la Novena, interpretada por la Orquesta
Sinfónica de Madrid con la participación del Coro de Radio Televisión Española.
De esta actuación tengo que decir que aún hoy, cuando lo pienso, se me pone el
vello de punta. Es sin duda la Sinfonía de Beethoven más conocida, más
aplaudida y más interpretada. Y entiendo porqué. Y entendí también porqué un
CORO como el de Radio Televisión Española te puede elevar a lo más alto con el
instrumento más perfecto a disposición del hombre, su voz.
Junto
a las orquestas mencionadas, la Orquesta Nacional de España interpretó la
Sinfonía nº 3, “Heroica”, y la Sinfonía nº 4, y la Orquesta Sinfónica de Radio
Televisión Española la Sinfonía nº 5 y la Sinfonía nº 6 o “Pastoral”. Las
cuatro orquestas estuvieron sensacionales, quizás la que más destacó fue la
Sinfónica de Madrid por su interpretación de la Novena junto al Coro, pero la
ilusión, entrega, alegría y naturalidad de nuestros jóvenes fue sin duda la que
más emoción, en cuanto músicos, transmitió al público, y la Orquesta que más
aplausos recibió del Director.
Unas
palabras para el segundo gran protagonista de la jornada, el primero lo fue Beethoven,
claro. Jesús López Cobos desplegó toda su profesionalidad y maestría como no se
podía esperar menos. De puntualidad británica, se entregó de lleno a la faena
poniendo todo su saber, empeño y entusiasmo. Nunca jamás he visto a un Director
de Orquesta hacer una proeza como a la que con valentía se entregó López Cobos
el pasado 22 de junio. A sus 72 años de edad, dirigió con mano de hierro y
batuta afilada las 9 Sinfonías de Beethoven, a lo largo de casi doce horas
(entre concierto y concierto, lógicamente, una pequeña pausa) que para nada se
hicieron pesadas. También, nunca he visto aplaudir tanto a un Director, un mínimo
de tres veces tuvo que salir al finalizar cada Sinfonía a recibir los aplausos
del público, pero al finalizar la jornada, tras la Novena, dejé de contar a la
décima reaparición del Director, más de media hora de reloj de aplausos que
continuaron a pesar de que Cobos se retiró, agradecido, ya sin fuerzas.
Mis
aplausos desde aquí para los organizadores del evento en el Día Internacional
de la Música, para las cuatro Orquestas, el Coro y, cómo no, para el gran
Director don Jesús López Cobos, responsable de la hazaña. Un gran día.
Ludwig van Beethoven
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