La nacionalización
de Bankia es la prueba más evidente de que nuestro sistema financiero no es el
más sólido y solvente del mundo, por mucho que le pese a nuestro ilustre, docto
y sabio ex presidente Zapatero.
Les diré una cosa
al oído, guarden silencio: España está intervenida por Europa. Si la palabra
“intervenida” les produce angustia cámbienla por “tutelada” y seguro que hacen
mejor la digestión. Rodrigo Rato no llegó a Caja Madrid para marcharse al año.
Él tenía un plan para sanear Bankia (Caja Madrid más Bancaja, ésta última
tóxica prácticamente en su totalidad) en cuatro años. El problema es que España
no dispone de ese tiempo; así se lo anunció a Rajoy en Barcelona el presidente
del Banco Central Europeo: “o se sanea la banca o habrá intervención”, le vino
a decir. Y eso mismo transmitió De Guindos -¡guau, un Ministro que habla en
ingles!- el pasado viernes a los tres peces gordos del sistema bancario
español; a saber, Emilio Botín –Santander-, Francisco González –BBVA- e Isidro
Fainé –Caixa-. Los mismos que se van a “comer” el marrón (incluido el puñetazo
sobre la mesa del Ministro) y a repartir el pastel, es decir, Bankia. Tiempo al
tiempo.
¿Y porqué tiene que
acudir el Estado, o sea, nosotros, al rescate de Bankia? Por dos razones
fundamentales: la primera es que nos lo exige Europa; la segunda, porque es la
única manera de que la banca mundial acuda a “socorrer”, si se me permite la
expresión, nuestro sistema financiero. En otras palabras, para que los bancos
internacionales, una vez saneadas las cuentas de los nuestros, nos presten su
dinero y vuelva a circular el crédito. Dios lo quiera.
¿Por qué hemos
llegado a esta situación? Porque el Banco de España, con Miguel Ángel Fernández
Ordóñez a la cabeza, no ha cumplido con su obligación. Si ante el boom de la
burbuja inmobiliaria –de la que culpables somos todos, si bien es cierto que
unos más que otros-, MAFO hubiera exigido a los bancos y cajas dotar
provisiones para garantizar las inversiones realizadas en determinadas
operaciones escandalosas, otro gallo hubiera cantado. Y si a más de un consejo
de administración bancario se le hubiera expedientado e intervenido la
situación hoy sería distinta. Pero de MAFO hablaré otro día, hoy concluyo
preguntándome por lo que pensará Cristina Kirchner de la nacionalización, en
España, de Bankia. Sin maldad.
* Publicado en el diario El Día el 11.05.2012
* Publicado en el diario La Verdad el 12.05.2012
* Colaboración en Diario Liberal el 12.05.2012
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