Permítame el lector una serie de artículos a cerca de la visita del Papa a Madrid para celebrar
Una cita con ustedes los martes, jueves y sábados de cada semana. "It is not the strength of the body that counts, but the strength of the spirit", J.R.R. Tolkien.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Jornada Mundial de la Juventud (I)
Señores, señoras, vamos a poner una sonrisa en el rostro, de verdad, que merece la pena. Que cientos de miles de jóvenes se junten en Madrid para reivindicar las enseñanzas de Jesús junto al sucesor de San Pedro en la Tierra creo que no tiene nada de malo. Una vez tranquilizadas las conciencias de quien cree que costea la JMJ sin quererlo piensen por un momento en, al margen de la religión, los efectos tan positivos que dicha celebración tendrá en nuestro país. El fin de semana pasado ya coincidí en Zaragoza con un grupo de jóvenes recién llegado de México. Antes de llegar a Madrid visitarán también Barcelona y Santiago de Compostela. Les puedo asegurar que los hosteleros están encantados con la JMJ. Comercios de todo tipo así como las empresas de transporte, también. Nuestra propia imagen como país, dando acogida a cientos de miles de jóvenes, unidos, alegres, emocionados, pidiendo por el mundo y la humanidad creo que es algo muy positivo. Durante una semana España será testigo de que la Iglesia Católica permanece joven y esperanzada. El resto del mundo estará pendiente por unos días de lo que Benedicto XVI y sus jóvenes fieles hagamos en Madrid. Nadie verá desórdenes –nosotros no-, ni violencia, ni ocupaciones ilegales de la vía pública, ni vomitonas en la acera, ni papeleras rotas, ni comas etílicos, ni nada de eso. Cientos de miles de sonrisas de todo el mundo serán testimonio en Madrid de que merece la pena vivir “arraigados y edificados en Cristo, firmes en la Fe ” (San Pablo), el lema de la Jornada.
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