Me comentaba el
otro día un familiar que para que le salieran las vacaciones del pasado verano
más baratas se había tenido que apuntar al paro. A saber. Resulta que esta
persona ejerce muy orgullosa como madre de sus tres hijos y ha decidido por
unos años dedicarse al cuidado de los mismos y a trabajar en su casa, lo que
comúnmente se conoce como “ama de casa”.
Resulta que al
elegir el hotel se encuentra con el siguiente eslogan: “10 % de descuento en
caso de estar desempleado”. Lógicamente, en estos tiempos que corren de
sujetarse el cinturón lo máximo posible, lo que hizo esta persona fue ir
rápidamente a inscribirse en la oficina de empleo como demandante del mismo.
Hay que decir que,
hasta el momento de hechos, esta mujer no figuraba como “parada” porque no
estaba buscando trabajo remunerado fuera de su casa, tampoco lo busca ahora
pero ya sí que figura oficialmente como demandante de empleo.
Contándome todo esto yo me preguntaba por el porcentaje de parados que
figuran oficialmente como tales y que realmente están buscando empleo… Ello sin
entrar en las prejubilaciones fraudulentas a los 63 años con las que, cobrando
dos de paro, se alcanza la jubilación oficial y se pasa a mejor vida (ya lo han
hecho dos años antes), o la ingente cantidad de personas que perciben la
prestación por desempleo y, a su vez, realizan una actividad remunerada
percibiendo su salario “en negro”. ¡Y venga a subir el IRPF! Está claro, ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario