Fuerza andaluza,
en las notas del violín,
la magia cubre,
el bello jardín.
Enrique Granados, y olé,
con esta composición divina
a sus pies.
Danza andaluza,
grande,
grande de España,
que a
que a
conquistas,
con tus puntos y corchetes,
con tu arte
y tu elegancia,
con tu esfuerzo
y tú trabajo,
con todo tu sentimiento
y tu mirada.
Tú que llevas por apellido,
a
a
a la hermosa Granada cristiana.
No rompas las cuerdas,
deja que bailen
a la luz de la luna,
que nadie me robe,
por Dios, nadie,
este hermoso instante,
de un amanecer rojizo,
sobre el verdor de sus estanques,
oxigenado por sus aromas,
a jazmín y a rosales,
no pares, no pares,
que al alba de nuevo,
todo nace.
Que la guitarra te acompañe,
el oboe, la flauta,
la dama delicada,
el violín,
todos suenan a la vez,
Enrique, el Grande.
Enamorados todos quedamos
de tus danzas españolas,
que desde oriente
a Portugal, engalanan
los patios moros, mozárabes,
las hermosas parroquias,
y las blancas fachadas,
llenas de arte.
Danzas españolas suenan
de la mano de Enrique, Granados,
una proviene del lejano oriente,
y en Andalucía otra encontró la muerte.
*Juan Pablo L. Torrillas
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