El sol sale con fuerza
y con fuerza cae
apagando el día.
Junto a la viña, la alegría
del jornalero y su fe,
anuda el pañuelo en su cabeza.
Ya no hay mulas, no hay proeza,
en lugar de café, llegó el té,
sigue sin tocar la lotería.
Gotas de sudor escoltan su sonrisa,
a lo lejos a sus hijas ve,
y sigue labrando, no hay pereza.
Con humildad y entereza,
el abuelo llegó a la vejez,
regalando nos sabiduría.
Te recuerdo con alegría,
deseando volverte a ver,
eres tú, abuelo, la proeza
y yo siempre lo agradeceré.
2-2-2010
y con fuerza cae
apagando el día.
Junto a la viña, la alegría
del jornalero y su fe,
anuda el pañuelo en su cabeza.
Ya no hay mulas, no hay proeza,
en lugar de café, llegó el té,
sigue sin tocar la lotería.
Gotas de sudor escoltan su sonrisa,
a lo lejos a sus hijas ve,
y sigue labrando, no hay pereza.
Con humildad y entereza,
el abuelo llegó a la vejez,
regalando nos sabiduría.
Te recuerdo con alegría,
deseando volverte a ver,
eres tú, abuelo, la proeza
y yo siempre lo agradeceré.
2-2-2010
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